Los profesores de la enseñanza pública madrileña llevamos varios meses de conflicto y tres, ocho o nueve convocatorias de huelga en este tiempo (depende de la etapa, de las convocatorias que hayamos seguido cada uno) El día 17 hubo un importante seguimiento de la huelga en enseñanza: para muchos era una jornada importante porque, celebrada en el contexto de una campaña electoral, suponía un elemento de presión. Y fue un éxito. La del 29 debe volver a serlo.
1.- Porque los profesores debemos dejar claro que vamos a seguir oponiéndonos a las medidas de privatización, recorte y desmantelamiento de la escuela pública y de ataque a nuestros derechos. Las medidas anunciadas esta semana en Cataluña deben servirnos de aviso de por dónde van a ir las cosas. Y el ataque será más intenso y más duro si nos perciben desunidos, desanimados, desorganizados o en retirada.
2.- Porque si hiciste huelga el 17 para presionar a la administración regional (sabiendo que no iba a haber negociación ni el 17, ni el 18, ni el 19 ni el 20) ahora nos toca ir a por el “segundo plazo” y conseguir que, una vez pasado el día 20, los esfuerzos que hemos hecho hasta ahora se traduzcan en cambios de posición en el gobierno de Aguirre.
3.- Porque Esperanza Aguirre dijo que esta legislatura tendría como prioridad “la educación, la educación y la educación”, aunque bien podía haber dicho “acabar con la educación pública, acabar con la educación pública y acabar con la educación pública”. Todavía está en el primer asalto y, de momento, no ha podido pasar al segundo y al tercero. Y no lo hará mientras mantengamos la movilización viva.
4.- Porque debemos cerrar esta etapa de movilización con un éxito y con una participación mayoritaria. Cuanto más gente seamos en la huelga y en la movilización del 29, más gente participará en el debate para planificar, para decidir entre todos la siguiente etapa. Y eso nos garantiza también que las próximas movilizaciones sean mayoritarias y aglutinen al profesorado.
5.- Porque la mayoría pensamos que el 29 cerramos una fase pero continuamos con la movilización, en otra dinámica, con otra intensidad, con otras herramientas,… Pero esta primera etapa, como los exámenes parciales, hay que cerrarlos con un aprobado. Y la marea verde lleva de momento sobresaliente, así es que hay que hacer un nuevo esfuerzo.
6.- Porque la movilización nos ha unido. El 29 de junio de este curso, menos de 400 personas se manifestaban a la puerta de la Consejería para protestar por el despido, decidido unilateralmente, de nuestros compañeros/as interinas (que se produjo el día 30) y contra los recortes. El 29 de noviembre se cumplirán solo cinco meses de esa fecha y en este tiempo decenas de miles de personas hemos salido a la calle a defender nuestra escuela.
7.- Porque la movilización se ha extendido a otras etapas: a los centros de infantil y primaria (que inicialmente no participaron en la huelga), la educación infantil (que arrastra también su propia lucha desde hace años y que ha encontrado en la marea verde una oportunidad de reactivarse), a la Universidad. Y a todos los sectores de la Comunidad Educativa: docentes, familias, alumnos/as, y a toda la sociedad.
8.- Porque la movilización sirve: Hemos puesto en evidencia la política de la Comunidad de Madrid, se han frenado privatizaciones, cesiones de edificios (como la intentada en Móstoles) o la entrada de empresas privadas en el “negocio educativo”, como Empieza por Educar.
9.- Porque la movilización sirve pero todavía nos queda mucho por lograr y muchos ataques por frenar. Y esto es tan obvio para todos/as, que no le dedico más tiempo.
10.- Porque si no somos los profesores de la educación pública junto con las familias y los alumnos, con nuestras organizaciones, con nuestra capacidad de luchar y de resistir, con nuestra capacidad de convencer y unirnos a nuestros compañeros, ¿quién va defender la escuela pública y nuestro futuro?
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